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Por Jacqueline Cariño, Partners for Indigenous Knowledge Philippines (PIKP)

En el corazón de la Ciudad de Baguio queda un espacio no tan verde ubicado entre el Orquidiario de Baguio y el Parque Infantil. Se accede a través de una calle lateral al lado del Jardín de las Rosas, donde se encuentran las bicicletas de alquiler, hasta llegar a un prado abierto, con una pequeña estructura con techo de paja al costado y un escenario en el centro, rodeado de árboles y huertas. Este lote escondido en una esquina Parque Burnham es lo que ahora se conoce como el Jardín del Patrimonio de Ibaloy.

El jardín del Patrimonio de Ibaloy cuenta con una historia larga y rica, que se remonta a los tiempos precoloniales. Antes de la llegada de los colonizadores americanos en la década de 1900, los residentes conocían el espacio como Apni, un pastizal donde los rebaños de ganado pastaban y bebían agua en el cercano arroyo natural y abrevadero llamado Miñac (ahora el famoso lago Burnham). i El área era parte de la tierra ancestral del líder Ibaloy Mateo Cariño y su esposa Bayosa Ortega. En los alrededores se encontraba la residencia familiar original de la pareja, donde vivían con sus 9 hijos.

Cuenta la historia que esta zona fue tomada por el gobierno colonial estadounidense para fines gubernamentales. La Ley No. 636, promulgada por la Comisión Filipina el 11 de febrero de 1903, » reservaba para fines gubernamentales, exenta de asentamientos y reclamaciones: aquella parcela o extensión de tierra en forma de círculo con centro en la casa ocupada por Mateo Cariño en Baguio, y con un radio de un kilómetro». ii De este modo,toda la tierra en un radio de un kilómetro desde la residencia de Mateo Cariño, quedaba reservada y declarada como tierra pública para uso del gobierno colonial. El arquitecto Daniel Burnham diseñó un plan para construir Baguio como ciudad jardín y capital de verano de Filipinas. El gobierno estadounidense expropió grandes extensiones de tierra como terrenos institucionales. Así comenzó el rápido desarrollo y urbanización de la Ciudad de Baguio. A lo largo del siglo XX, Baguio creció rápidamente hasta convertirse en un centro educativo, turístico, comercial y gubernamental de la región de la Cordillera. Este proceso condujo finalmente a la dislocación, minorización y marginación de las familias Ibaloy originales de las tierras ancestrales que una vez poseyeron.

Foto: North Star Magazine

Avancemos rápidamente al año 2009: Baguio se había convertido en una ciudad urbanizada, multicultural y bulliciosa, en donde los Ibaloys eran ahora una población minoritaria. Los Ibaloys empezaron a sentir la falta de oportunidades de estar juntos como una comunidad y continuar con sus prácticas culturales. Los cañao (fiestas rituales), que eran oportunidades para reunirse, socializar, practicar, aprender y transmitir su cultura tradicional ibaloy, seguían celebrándose, pero raramente y de forma reducida. La escasez de recursos impidió a las dispersas familias Ibaloy celebrar fiestas de prestigio. Cada vez era más difícil reunir los recursos necesarios para sacrificar el número prescrito de cerdos y vacas como ofrendas rituales a los antepasados, y para alimentar a toda la comunidad. Los estrechos lazos culturales y las prácticas tradicionales estaban en declive En aquella época, los Ibaloys expresaron su deseo de tener más oportunidades de reunirse, recordar, contar historias, cantar el ba-diw, bailar el tayao, tocar la kalsa y el solibaoy enseñar a sus hijos y nietos las prácticas tradicionales ibaloy y los valores de solidaridad y apoyo mutuo.

Esta situación motivó a algunos líderes Ibaloy, encabezados por la respetada anciana y periodista Ibaloy Cecile Afable, a presionar al gobierno municipal para que reconociera el importante papel y la contribución de los Ibaloy en el desarrollo de esta ciudad. Buscaron reservar un tiempo y un espacio para que los Ibaloys se reunieran, reavivaran lazos y revitalizaran su identidad cultural. Su persistente campaña de incidencia tuvo mucho éxito y consiguió la aprobación de dos resoluciones por parte del Consejo Municipal de Baguio.

La Resolución No. 395, S. 2009, del Consejo Municipal de Baguio declaró el 23 de febrero de cada año como el día de Ibaloy. Esta fecha es para conmemorar el día en que la Corte Suprema de los Estados Unidos reconoció la lucha de Mateo Cariño por un Título Nativo, y para reconocer a los habitantes originales de la ciudad de Baguio.

La Resolución No. 182, S. 2010 de la ciudad de Baguio designó la zona situada entre el orquidiario Burnham y el parque infantil como el lugar para el monumento a Mateo Cariño y como Jardín del Patrimonio de Ibaloy. Esto permitió al gobierno local, a las autoridades gubernamentales competentes y al pueblo de Ibaloy desarrollar la zona para mantener su condición de jardín patrimonial.

Foto: North Star Magazine

Y así fue como se creó el Jardín del Patrimonio de Ibaloy.

El primer Día de Ibaloy, el 23 de febrero de 2010, fue un evento innovador y feliz para los Ibaloys de Baguio.«Los clanes y los individuos donaron cerdos ceremoniales que fueron sacrificados y cocinados al estilo tradicional. Demshang, kintoman, ava, dukto y tapey se repartieron para alimentar a la multitud, compuesta por viejos y jóvenes Ibalois que llegaban en sus kambal, devit o shenget y que se habían reunido para la ocasión. Los Ibalois tocaron solibao, tiktik y kalsa y bailaron tayao y bendian. Los mayores se turnaron para contar historias y cantar el ba-diw. Los diferentes clanes plantaron plántulas de pinos alrededor del parque, que tienen la intención de cuidar hasta que se conviertan en pinos altos que simbolizan la continuidad de su clan. Una cápsula del tiempo fue enterrada en el parque, actividad dirigida por los ancianos Ibaloi para marcar el comienzo del desarrollo del área como un sitio del patrimonio de Ibaloi. Se lanzó y distribuyó una Guía práctica del idioma Ibaloi a los clanes Ibaloi presentes, para animarlos a que hablen el idioma y lo enseñen a las generaciones más jóvenes. Se publicó un mapa de Baguio que contiene los topónimos originales de Ibaloi y los nuevos topónimos de la ciudad para que la gente los corrija y agregue lo que saben. El ambiente del evento fue de celebración y se sintió como el kedot tradicional, con el programa y otras actividades diversas y todos pasándolo bien. Fue un día para recordar ya que los Baguio Ibalois, incluso entonces, esperan los futuros Días Ibaloi en los años venideros”.

En la actualidad,el Jardín del Patrimonio de Ibaloy se ha convertido en un sitio de celebración anual del Día de Ibaloy, cada 23 de febrero, por medio de la organización y gestión de Onjon ne Ivadoy. El desarrollo del Jardín del Patrimonio de Ibaloy continuó con la construcción del Avong, mediante el aduyon o trabajo colectivo y la cooperación. El Avong es ahora un lugar común donde reunirse, cocinar, comer, beber, conocer, aprender, contar historias y pasar tiempo con otros Ibaloy y amigos. Desde entonces se ha reconstruido y ampliado para que sirva de espacio funcional para celebrar diversos y numerosos actos, no sólo para los ibaloy sino para toda la comunidad de Baguio.

Una de las principales características del Jardín del Patrimonio de Ibaloy es el ba-ëng o huerto casero tradicional de Ibaloy.

Vicky Macay cuenta: «En el Jardín del Patrimonio de Ibaloy tenemos un ba-ëng o huerto casero. Para nosotros, los Ibaloy, cultivar alimentos en el ba-ëng forma parte de nuestra cultura. Empezamos el ba-ëng aquí sólo por diversión. Plantamos café y semillas que nos dieron los socios. Desde entonces, hemos sembrado más plantas, como saba y vegetales . … Tenemos jóvenes que nos ayudan a mantener el ba-ëng. Todos los sábados hay actividades en las que enseñamos a los niños o a cualquiera que quiera aprender sobre el ba-ëng».

Partners for Indigenous Knowledge Filipinas (PIKP) apoyó el mantenimiento del ba-ëng frente al Avong y sus alrededores durante la pandemia, para convertirlo en un sitio de aprendizaje que sirva a la transmisión de conocimientos indígenas sobre jardinería doméstica. El conocimiento indígena sobre jardinería doméstica fue documentado y publicado en un libro titulado “Bienvenidos a nuestro Ba-ëng” de la anciana Ibaloy Vicky Macay. Se realizaron videos educativos, un módulo de capacitación, visitas de aprendizaje de los estudiantes y el mantenimiento del ba-ëng como fuente de alimento, incluida la instalación de un soporte para el tanque de agua que facilite el riego de las plantas.

Foto: North Star Magazine

El Jardín del Patrimonio de Ibaloy se ha convertido desde entonces en un importante espacio para numerosas actividades destinadas a revitalizar la cultura Ibaloy. El festival Ibaloy celebrado durante el Mes de los Pueblos Indígenas en octubre de 2023, sirvió como una escuela de tradiciones vivas, en donde se ensenaron el idioma, los rituales, las plantas medicinales, la cocina, la danza y la música. Los clanes Ibaloy de baguio y Benguet sec reunieron para rastrear su genealogía, instalar puestos y exhibiciones, los cuales sirvieron además como sitios de reuniones de clanes y oportunidades para realizar rituales tradicionales que no habían podido realizar antes.

El Jardín del Patrimonio de Ibaloy también ha crecido hasta convertirse en un centro cultural para otros grupos y organizaciones indígenas en Baguio, y allícelebran por ejemplo el Día Kalinga, el Día Ifugao, y el Festival de Cordillera Gong. En él se celebran otros eventos públicos como conferencias de prensa, exhibiciones de arte, conciertos, concursos de belleza e incluso fiestas. También se ha utilizado con fines comerciales como, como ferias, zonas de estacionamiento, concursos de paisajismo y puestos de flores, y cafetería. Esta última evolución hacia la comercialización ha suscitado dudas sobre el uso del espacio para fines comerciales, ya que los parques y espacios públicos están supuestamente «más allá del comercio del hombre».

Los planes para el desarrollo futuro del Jardín de Patrimonio de Ibaloy. En 2019, el alcalde de la ciudad creó un Grupo de Trabajo Técnico para formular un Plan Maestro para la reserva del Parque Burnham. Se acordó que el diseño para el desarrollo del Jardín del Patrimonio Ibaloy se realizaría de acuerdo con la Resolución No. 182, S. 2010, y por los propios Ibaloys. Tras una serie de consultas, el arquitecto de Ibaloy, Keenan Camilo, preparó un plan de desarrollo del sitio para el Jardín del Patrimonio de Ibaloy y el monumento a Mateo Cariño. El plan consistía en un monumento, jardines urbanos, aspulan o lugar de reunión, abong, un jardín de café, entre otras características. Este plan fue adoptado por el Consejo Municipal para su incorporación al Plan Maestro de Desarrollo de la Reserva del Parque Burnham, el 3 de marzo de 2020. Además, el Consejo remitió el plan a la Oficina de Gestión de Parques y Medio Ambiente de la Ciudad (CEPMO) para que tomara las medidas oportunas.

Desde entonces, el senador Robin Padilla ha asignado fondos por un valor de 78 millones de pesos filipinos para el Consejo Municipal proceda con el desarrollo del Jardín del Patrimonio de Ibaloy. La CEPMO introdujo algunos cambios en el plan de desarrollo del lugar, aunque no está tan claro en qué medida el nuevo plan se ha desviado del diseño original preparado por el arquitecto Camilo y aprobado por el Consejo Municipal. Debemos estar atentos a esto. La licitación del proyecto para encontrar los contratistas está prevista para el mes de marzo de 2024, para poder iniciar las obras de desarrollo.

La importancia del Jardín de Patrimonio de Ibaloy en una Ciudad de Baguio Sostenible. El desarrollo del Jardín del Patrimonio Ibaloy debe ser fiel a su propósito original como centro para la revitalización de la cultura y la identidad indígenas Ibaloy. Ahora más que nunca, en medio de una ciudad que se encuentra a punto de reventar, se necesita un espacio donde los Ibaloy puedan sentirse libres para respirar y encontrar la comunión con almas afines. El Jardín del Patrimonio Ibaloy puede ser comparado al bintuan, un hogar tradicional en la cocina donde la familia se reúne para compartir comida, bebida e historias en torno al fuego. Es aquí donde los y las mayores recuerdan, comparten y reavivan los valores indígenas del cuidado de la familia, la comunidad y el medio ambiente. Además, el Jardín sirve como centro para diversas iniciativas que refuerzan y promueven los conocimientos, los valores y las prácticas indígenas, a la vez que los transmiten a los jóvenes y a las generaciones futuras Es un hervidero de numerosos actos y actividades que reúnen a diversos grupos indígenas, organizaciones y otros sectores de la ciudad en un deseo común de unidad y solidaridad. Trae a las personas del pueblo Ibaloy de los márgenes al centro de la vida de la ciudad de Baguio. Podría y debería seguir siendo un modelo de desarrollo regenerativo para una ciudad sostenible.

Como dice Manang Vicky Macay, “la comunidad Ibaloy tiene la suerte de contar con el Jardín del Patrimonio de Ibaloy, en donde podemos reunirnos para contar historias, recordar y ensenar a nuestros hijos y nietos las prácticas y valores tradicionales Ibaloy de solidaridad y apoyo mutuo…. Seguimos buscando oportunidades para transmitir nuestros conocimientos a las generaciones más jóvenes. Es nuestra forma de ayudarles a perpetuar la cultura y los valores que nos enseñaron nuestros antepasados. En la actualidad, se está haciendo un esfuerzo cada vez mayor para reavivar la cultura y la identidad Ibaloy, aprender la lengua y encontrar formas de que los jóvenes participen en el aprendizaje y la práctica de la cultura y la tradición Ibaloy».